sábado, 19 de marzo de 2011

TÚ...

Desperté a tu lado, en dulce pecado
Envenenados en la epopeya de nuestras boca
Sintiendo un helado candor,
Que recorría en escalofrío nuestro yo más osado…
Sintonía celestial era nuestro primer bocado
Ese diáfano candor regocijado en llamas
Que hervían suaves entre cálidas almohadas,
Y entonces, sutilmente mi amor fue acariciado…
Abriendo paso tenazmente un todo fue besado
Yo te miraba cautiva resguardando
Aquel sentimiento en llamas que aflora despuntando y,
Grité cual caballo fieramente desbocado…
Sí, eras tú quien detenía el cauce,
De mi sentir impaciente y flaqueado…

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