sábado, 19 de marzo de 2011

AY...

Ay pena infiel, dulce pecado...
No me rompas la miel, no juzgues mi condena...
Que yo ya en tu sufrir he ahogado mis cadenas.
Ay pena, qué pena,
que por querer vivir yo libre me sufro,
escapo y arrastro, arrastro una condena...

No hay comentarios:

Publicar un comentario